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¿Quién fue Verónica en la historia?
Verónica (también llamada Serafia), según la tradición cristiana, fue la mujer que, durante el Viacrucis, tendió a Cristo un velo, lienzo o paño: el paño de la Verónica (también llamado «Verónica» a secas) para que enjugara el sudor y la sangre. En la tela habría quedado milagrosamente impreso el Santo Rostro.
¿Cómo murio la Verónica?
En 1727 un ataque de apoplejía la postró en el lecho, falleciendo un mes después de este evento la mañana del día 9 de julio de 1727, en el convento de Città di Castello. Sor Verónica había pasado toda su vida en el amoroso costado de Cristo: el corazón de Jesús había sido su celda, su monasterio y su cielo.
¿Cuál es el significado de Verónica?
Verónica es un nombre de pila de mujer en español, procede del griego Βερενίκη (Berenice), forma dialectal macedonia de Φερενίκη (Ferenike), «portadora de la victoria». Está muy extendida, sin embargo, una etimología popular medieval que interpreta el nombre como vera icon, «imagen verdadera».
¿Cuál es el significado de la palabra santa Verónica?
Santa Verónica, que debe su existencia -tardía- a la construcción de un nombre propio de persona a partir de dos palabras latinas vera icona, empleadas para designar la Santa Faz, es decir, la «verdadera imagen» del Salvador impresa en un sudario.
¿Dónde se encuentra la iglesia de Santa Verónica?
Iglesia de Santa Verónica (Birk), en la localidad alemana de Birk ( Emtmannsberg ). Capilla de Santa Verónica (Goldgeben), en la localidad austriaca de Goldgeben. Iglesia de Santa Verónica (Verónica), en la localidad argentina de Verónica (Buenos Aires).
¿Dónde se encuentra el original de la Verónica?
El original de la Verónica fue ofrecido a la venta en las tabernas de Roma por los lansquenetes imperiales de confesión luterana en el Sacco de Roma del año 1527. Desde entonces no ha vuelta a aparecer, aunque, como siempre sucede en estos casos, «se volvió a encontrar» muy pronto.
¿Cuál es la etimología de la palabra Verónica?
La etimología se conoce desde al menos el siglo XVII («juzga Tillemont que Verónica pudo ser el mismo nombre Berenice, común entonces entre los judíos»), aunque muchos autores han preferido la lectura paretimológica del nombre ( Francisco Quaremio, Bzovius, Du Cange ).