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¿Qué tengo que estudiar para ser agente inmobiliario?
¿Qué tengo que estudiar para ser agente inmobiliario? Un buen piso necesita, casi siempre, un buen agente inmobiliario que lo sepa vender. Más allá del tópico («la casa tiene muchos novios, si te interesa, ya lo sabes»), esta profesión tiene tres grandes frentes: el área comercial, la de gestión y la de negociación.
¿Cómo me convierto en un agente inmobiliario?
Aunque en España la profesión de agente inmobiliario no está siempre regulada, en otros países es obligatorio hacerlo. Si quieres contar con un documento que acredite tu profesión, puedes colegiarte en el Colegio Oficial de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria (API).
¿Es necesario tener un título de agente inmobiliario?
En España para poder ejercer no es necesario tener ningún título de agente inmobiliario, simplemente con ser Autónomo es suficiente. Como sucede en otras para las que no es necesaria ningún título, la profesión de agente inmobiliario sufre de “intrusismo”.
¿Qué conocimientos necesito para ser agentes inmobiliarios?
Además del espíritu comercial (te tiene que gustar el trato con la gente y estar en contacto con los demás), existen otros conocimientos más específicos que también conviene que conozcas. Al igual que el espíritu comercial, estos conocimientos puedes aprenderlos por tu cuenta o bien acudiendo a cursos para agentes inmobiliarios.
¿Por qué es importante la formación inmobiliaria?
Los profesionales que están trabajando conocen mejor que nadie los sutiles cambios y tendencias del mercado que harán de la formación inmobiliaria que recibas, una formación de calidad. La teoría está muy bien y siempre son necesarios conocimientos de este estilo.
¿Qué estudiar en el marketing inmobiliario?
Si has estudiado psicología o sociología, entenderás con facilidad muchos de los conceptos que se manejan a diario en el marketing inmobiliario como la psicología del consumidor o las motivaciones de compra.
¿Qué es un agente inmobiliario?
El agente inmobiliario es el punto de encuentro entre dos partes, es decir, un intermediario. Su trabajo no fructificará si no tiene capacidad para convencer o para presentar pros y contras.