Tabla de contenido
¿Por que lloró al hacer tarea?
La ansiedad por la tarea puede empezar en los primeros grados de primaria y afectar a cualquier niño. No obstante, puede ser un problema mayor en los niños que tienen dificultades en la escuela. Pueden pensar que no son capaces de hacerla. O es posible que no dispongan de los apoyos adecuados para completarla.
¿Cómo dejar de llorar por las tareas?
Crear hábitos y rutinas:
- Demuéstrale a tu hijo que la educación y las tareas son importantes para ti.
- Tratar de que siempre sea el mismo lugar para hacer la tarea.
- La revisión de cuadernos se hace antes o después de hacer la tarea, nunca durante la tarea.
¿Cómo lidiar con la tarea?
Cómo suavizar las tareas que odias, y terminarlas antes
- Reserva tiempo. Si tienes problemas incluso para ponerte a trabajar en ello, bloque algo de tiempo para trabajar en ese proyecto y solo en ése.
- Esconde las distracciones.
- Organízate.
- Divídelo.
- Utiliza temporizadores.
- Sobórnate.
- Contrata a alguien que lo haga por ti.
¿Cómo hacer los deberes?
Hacer los deberes requiere automotivación, disciplina y desarrollo de habilidades y técnicas de estudio. El desarrollo de estas habilidades es fundamental para el desarrollo de su capacidad de esfuerzo, la consecución de sus metas y en definitiva su bienestar.
¿Por qué a nadie le gusta hacer los deberes?
Pero a ninguno le gusta hacer los deberes. Se niegan a ello, tres pueden ser las razones fundamentales: Pereza, están cansados después de un día de colegio y tienen una agenda completa, lo que menos les apetece es hacer los deberes. No les motiva, no les interesa.
¿Cómo evitar que te pongas a llorar de pronto?
Seamos realistas. No te vas a poner a llorar de pronto sabiendo que te vas a ganar risas o regaños. No es que lo imagines, sino que ya te ha pasado antes por lo que a veces es mejor guardarse las lágrimas para otro momento (claro que después no salen)
¿Por qué deberías sentirte empoderado después de llorar?
De hecho, llorar no es sólo una cosa perfectamente saludable, sino que es también un signo de fuerza y resistencia. Aquí hay cuatro razones por las que deberías sentirte empoderado, no patético, después de llorar: