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¿Por qué es tan importante la familia para Dios?
La familia ocupa un lugar fundamental en el plan de Dios, el cual proporciona el medio para que las relaciones familiares se extiendan más allá de la tumba. Observar fielmente las sagradas ordenanzas y los convenios del templo nos ayuda a regresar a la presencia de Dios unidos eternamente a nuestra familia.
¿Por qué la familia es importante en la Iglesia?
La familia es el primer lugar donde una persona se confía a otra con una entrega verdadera. Esta fe humana que se vive en la familia nos abre a la fe en el otro, para poder construir una sociedad esperanzada, y a la fe en Dios.
¿Cómo se organiza la Iglesia en la Edad Media?
Todos los miembros de la Iglesia conformaban el clero, que se dividía en dos: el clero secular y el clero regular. El jefe espiritual de todos era el Papa.
¿Qué es la imagen de Dios?
Pero el concepto de «imagen de Dios» tiene que ver más que todo con los atributos espirituales del hombre y los atributos comunicables de Dios. [4] Esta semejanza también sugiere facultades racionales con las cuales pensar los pensamientos de Dios.
¿Qué significa haber sido creado a la imagen de Dios?
Haber sido creado a la imagen de Dios significa, que los seres humanos tienen una semejanza a él en cuanto a sus facultades de razonamiento, su libertad de elección, su pureza moral original dañada ahora por la caída, su apariencia física y su vida emocional.
¿Cuál es la importancia del estudio del tema de la imagen de Dios?
Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. La importancia del estudio del tema de la imagen de Dios deriva del hecho de que esa imagen es tan intrínseca (Del lat. intrinsĕcus, interiormente. Íntimo, esencial) al ser humano que el hombre no sería hombre sin ella.
¿Cómo acercarnos a Dios?
Para que él este cerca de nosotros debemos reconocerlo y creer desde lo más profundo de nuestro corazón, este último aspecto es lo que realmente nos acerca a Dios. Entonces debemos acercarnos a Dios con el corazón correcto, en otras palabras con el anhelo de conocerle y recibirlo en nuestra vida.