Tabla de contenido
¿Cuál es el final del libro viaje al centro de la Tierra?
Al final del libro descubrirán que la indicación de la brújula por la cual habían creído retroceder era errónea: la bola luminosa con la que se encontraron en la tempestad había alterado los polos, haciendo que señalara el norte donde en realidad estaba el sur.
¿Cuál era el defecto del profesor Lidenbrock?
Era, en una palabra, un avaro del conocimiento. En Alemania hay algunos profesores de esta especie. Mi tío no gozaba, por desgracia, de una gran facilidad de palabra, por lo menos cuando se expresaba en público, lo cual, para un orador, constituye un defecto lamentable.
¿Que nos enseña el libro De la Tierra a la Luna?
La obra, que comienza como una sátira del estereotipo estadounidense de la época, es un intento de describir por primera vez con minuciosidad científica los problemas que hay que resolver para lograr enviar un objeto a la Luna. Un intrépido proyecto aviva los corazones de los miembros del Gun-Club.
¿Dónde puedo ver la novela Viaje al centro de la Tierra?
Wikimedia Commons alberga una categoría multimedia sobre Viaje al centro de la Tierra. Wikisource contiene una copia de Viaje al centro de la Tierra. Wikisource en francés contiene una copia de Viaje al centro de la Tierra . La novela en francés en LibriVox, en Commons.
¿Cómo llegar a el corazón terrestre?
Tras un largo viaje, llegarán a Reikiavik, ciudad cercana al Snæfellsjökull, volcán por el que tendrán que introducirse para alcanzar el corazón terrestre, siguiendo las indicaciones de Saknussemm. Allí contratan a Hans, un cazador de éiders profesional, que les acompañará a lo largo de su odisea.
¿Cómo llegar al centro del globo?
En su huida encuentran un puñal que perteneció a Arne Saknussemm, el alquimista que 300 años atrás hizo ese mismo viaje al centro de la Tierra, y más adelante en una roca encuentran grabadas sus iniciales, señalándoles el camino una vez más. Según Lidenbrock, para llegar al centro del Globo aún tienen que bajar 1 500 leguas.
¿Qué le pasó a mi gruta después de un encarcelamiento de cuarenta y siete días?
Se comprenderá fácilmente que, después de un encarcelamiento de cuarenta y siete días en una estrecha galería, era un goce infinito el aspirar aquella brisa cargada de húmedas entanaciones salinas. No tuve, pues, motivo para arrepetttirme de haber abandonado la obscuridad de mi gruta.