¿Cómo cuidar el acebo en maceta?

Coloca las piedras en la base y rellena la maceta con tierra hasta poco más de la mitad. Añade un poco de abono a la tierra si tienes o bien, al terminar de plantar el arbusto, añade un producto enraizante. Coloca el esqueje de acebo centrado y rellena alrededor con más tierra hasta la superficie de la maceta.

¿Cómo plantar una rama de acebo?

Echamos sustrato en una maceta y añadimos las semillas con la arena directamente del tarro. Presionamos ligeramente y dejamos el tiesto en el exterior. Transcurrido un tiempo, cuando empiecen brotar los acebos, los iremos mimando para que se desarrollen.

¿Dónde plantar el acebo?

El acebo no es nada amigo del sol, por lo que tendremos que huir de plantarlo en un lugar cálido. Por este motivo, lo ideal es buscarle una ubicación de semisombra o, incluso, sombra. Y, a diferencia de otras plantas, no tengas miedo por plantarlo en un sitio ventilado.

¿Cómo conservar el acebo en casa?

Una planta preciosa para disfrutar en casa en Navidad ¡y el resto del año! Para conservar el característico verde intenso de sus hojas tendremos que buscarle una ubicación en la sombra. El acebo es un árbol amante del frío, por lo que aunque necesita la luz no la tolera correctamente cuando la incidencia es directa.

¿Cómo reproducir el acebo en casa?

Si queremos reproducirlos en casa tendremos que seleccionar unas bayas, que son los frutos del acebo, en cuyo interior encontraremos las semillas. Cogemos las bayas, sin sacar las semillas, y las introducimos en un tarro con arena de sílice o de río.

¿Cómo crece el acebo en el jardín?

El acebo en el jardín, en cambio, puede crecer bastante más, y con el tiempo suficiente alcanzar grandes alturas. Lo más llamativo de esta planta es su fruto de color rojo vivo, que además resulta tóxico si se ingiere, por lo que hay que mantenerlo alejado de los niños y animales que haya en casa.

¿Cómo se cultiva el acebo?

El cultivo del acebo se realiza en semisombra y necesita bastante humedad por lo que, en verano, necesitará de riegos abundantes y, en invierno, muchos menos. Aunque no le sientan bien los trasplantes, tolera muy bien la poda. Se multiplica por esquejes semileñosos desde finales de verano a principios de invierno o por semillas en primavera.