¿Qué actitud adopta durante el episodio de los molinos?

b) ¿Qué actitud adopta Sancho Panza durante el episodio de los molinos? ¿Cómo justifica don Quijote su descalabro final? Sancho se preocupa por don Quijote y le advierte de que son molinos. Don Quijote se excusa diciendo que su enemigo Frestón ha convertido los gigantes en molinos para que no pudiera vencerlos.

¿Qué le ocurre mientras vela sus armas?

Mientras vela sus armas le ocurre que un arriero sale al patio donde estaba velando las armas y tira la armadura de don Quijote lejos de la fuente en a que estaba apoyada pensando que era un trasto viejo, don Quijote se mosquea y pega al arriero con la lanza en la cabeza, luego los amigos del arriero le empiezan a …

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¿Por qué el león no se ha atrevido a atacar a Don Quijote?

El león sale de la jaula, mira por todos lados y se vuelve a la jaula enseñando su trasera a don Quijote, que, enrabiado, indica al carretero que dé palos al león para enfurecerlo, a lo que el carretero, con gran habilidad, explica a don Quijote que el león no se ha atrevido a atacarla porque ha sentido miedo de su persona al verle.

¿Cuál es la lucha de Don Quijote con los molinos de viento?

La lucha de Don Quijote con los molinos de viento. La lucha contra los molinos de viento aparece en el capítulo octavo del Ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha, de Miguel de Cervantes. En su obsesión por encontrar nuevas aventuras como las que él ha leido miles de veces en los libros de caballería que le han hecho enloquecer,

¿Quién hacía las señas de Don Quijote?

Detuviéronse todos y conocieron XX que el que hacía las señas era don Quijote; y perdiendo alguna parte del miedo, poco a poco se vinieron acercando hasta donde claramente oyeron las voces de don Quijote que los llamaba. Finalmente, volvieron al carro, y en llegando dijo don Quijote al carretero:

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¿Qué le pasó a Don Quijote en la jaula 38?

Pero el generoso león, más comedido que arrogante, no haciendo caso de niñerías ni de bravatas, después de haber mirado a una y otra parte, como se ha dicho, volvió las espaldas y enseñó sus traseras partes a don Quijote, y con gran flema y remanso se volvió a echar en la jaula 38.