¿Quién es el Ñañito?

Alfonso Bravo Lavín no es muy conocido en San Fernando, pero si preguntamos por “El Ñaño”, todos ubican a este hombre de poco pelo y abundante barba blanca que cambió una vida acomodada en Santiago, para vivir junto a sus diez perros a orillas del Tinguririca, a un costado del camino a las Termas del Flaco.

¿Qué edad tiene el nano?

El apodo se esconde tras su nombre real, Alfonso Pedro Pablo Bravo Lavín, de 74 años, quien recibió a un equipo de.

¿Cuántos hijos tiene el nano?

“Ñaño” se ha casado tres veces y tiene un hijo de cada relación; Alfonso Pedro, de treinta y seis años, que reside en Estados Unidos, María Gabriela, de veinticinco años, que vive en Brasil y el menor de quince años, Pedro Pablo, que vive en Chile.

¿Dónde vive el Nano?

«El Ñaño» retrata la vida de Alfonso Pedro Pablo Bravo Lavín, quien reside en las montañas de San Fernando.

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¿Cuánto terreno tiene el nano?

El documento lo acredita como dueño legal de 0,83 hectáreas de este terreno, en la zona que une el camino entre la capital de la provincia con las Termas del Flaco.

¿Qué es un ermitaño o eremita?

Un ermitaño o eremita es una persona que elige profesar una vida solitaria y ascética, sin contacto permanente con la sociedad. El vocablo ermita procede del latín eremīta, que a su vez deriva del griego ἐρημίτης o de ἔρημος, que significa «del desierto».

¿Qué es el retiro del ermitaño?

El retiro del ermitaño se consideraba parte de su vida espiritual y de su entrega cristiana.

¿Cuál es el derecho de un ermitaño?

Un ermitaño es reconocido por el derecho como entregado a Dios dentro de la vida consagrada, si profesa públicamente los tres consejos evangélicos, corroborados mediante voto u otro vínculo sagrado, en manos del Obispo diocesano, y sigue su forma propia de vida bajo la dirección de éste.

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¿Cuáles son las características de los antiguos ermitaños?

Unos son monjes budistas o taoístas y otros jóvenes en general. El gobierno de Pequín los contrata para el Ejército, a fin de que enseñen a los militares cómo organizarse en una vida en soledad, sin medios. Los antiguos ermitaños crearon filosofías, religiones o corrientes literarias.